martes, 27 de abril de 2010

EL DESPERTADOR: Banda sonora de nuestras vidas

No sé si lo recuerdo muy bien, o es que me lo han contado muchas veces. El caso es que sé, que lo primero que quise ser de pequeña, fue fontanera. ¡Hay que ver, qué intriga más grande el tirar de la cadena y no mear a mis vecinos! Depués, astronauta, por un capítulo de Punky Bruster que vi tres o cuatro veces, algún sábado por la mañana, en el Club Megatrix. Más tarde, quise ser veterinaria, supongo que como todos los niños a los que les gustan los animales. Y así, fui cambiando de opinión hasta el día de hoy, dónde ando aún algo perdida.

Sin embargo, reconozco que me tranquiliza el hecho de saber, al menos, lo que no quiero ser: no quiero que mi vida se rija por mi edad, ni pagar una hipoteca. Tampoco quiero ser una de esas personas que se compran un jarrón porque les gusta, o peor, ¡dos!, uno para cada mesita de noche, y después no les dan ninguna utilidad. Que me pillen confesada si soy sorprendida recibiendo rosas y bombones por San Valentín, porque me comeré las rosas a la plancha reogadas al ajillo, e incineraré los bombones para meterlos en una urna de corazones difuntos. No pienso tener una cuenta secreta en un banco secreto con ahorros "porsiacaso", porque "nunca se sabe qué puede pasar", que me prive de mil comodidades para que finalmente no pase nada. Me negaré a dejar de comer chucherías y ver dibujos animados, sólo porque a su vez se me ofrezca "un buen telediario" fatalista, acompañado de un café de sobremesa que probablemente me irrite el colon. No será mi intención hacerme la interesante hablando de política en cenas en las que todos ansían descalzarse, aflojarse la corbata, y beber una copa, en vez de mantenerse en sus trajes de alta costura echos de compostura.

De todo esto, estoy segura. No me preocupa cuál es el camino que debo de seguir, supongo que aparecerá alguna indicación esquivando todos estos, y, a ser posible, huyendo también de la alarma del despertador.

Y sí, por su puesto, ¡pienso disfrutar del imserso!

martes, 13 de abril de 2010

PEQUEÑECES

Los helados, con cucurucho.
El reloj, en la izquierda.
Los cordondes, con lazada.
El agua, del tiempo.
Las zapatillas, blancas.
El whisky, con coca-cola.
La almohada, y un cojín.
En el bus, fondo izquierda,
ventana encima de la rueda.
Los chicles, de melocotón.
La música, en silencio.
Las fotos, en modo manual.
Las revistas, por el final.
Del pan, primero la miga.

....

Invitados estáis, a compratir vuestras pequeñas manías.







domingo, 11 de abril de 2010

PITONISA JURNIOR

Unos años (¡no muchos!) atrás, cuando era menos Marta, tenía la costumbre de urgar en el periódico cada noche. Tres eran los apartados que me obsesionaban: el tiempo, el horóscopo, y las esquelas.

Hoy en día, me siguen interesando los dos primeros, y en ocasiones me ronda por la cabeza la posibilidad de que tenga una especie de necesidad innata, que ansía ciertas ráfagas, probables o improbables, de lo que nos deparará el mañana.

Por otra parte, he dejado lo de las esquelas. Sin embargo, no puedo evitar recordar la sensación que me poseía al ojearlas en secreto. Me sentía como si estuviese haciendo algo malo, algo prohibido. Como si estuviese rebuscando en la sección de contactos, qué se yo. No sé por qué me gustaba tanto hacer aquello. Sabía que no podría conocer a todos los habitantes del planeta a lo largo de mi existencia, pero aquello me aliviaba de algún modo extraño, como si la lista se fuese acortando, y así quizás dejaría menos gente por conocer.

Sé que, visto así, suena algo macabro, pero también entiéndase que, pobre de mí, ignoraba la existencia de otra lista que no aparecía en el periódico... por suerte esa angustía ha pasado, y me basta con un porcentaje mediocre* de la población.

*¡ojo! Mediocre en número, que no en calidad.

martes, 6 de abril de 2010

O EXPLOTO

La gente que tiene blogs, y cuelga sus autofotos o "fotosprofundas", y debajo remata con una frase de película o canción, me parece un co-ña-zo.

Pondría un ejemplo, pero sería colaborar con una mala causa.

Así que, hasta aquí.

PD. Para evitar confusiones y ofensas indeseadas, hablo de egocentrismo y exibicionismo torpemente camuflado, no de formas de expresión...