sábado, 25 de diciembre de 2010
F de FILOSOFÍA BARATA
lunes, 20 de diciembre de 2010
E de EL CORTE INGLES
viernes, 17 de diciembre de 2010
D de DIOPTRÍA
jueves, 16 de diciembre de 2010
C de COSAS DE MUJERES
martes, 14 de diciembre de 2010
B de ¿BAILAS?
domingo, 12 de diciembre de 2010
A de AMARILLOS
viernes, 10 de diciembre de 2010
PROPOSITO(S)
Cuando escribo me doy cuenta de lo mucho que me gusta escribir (valga la redundancia), y también, de lo poco que acostumbro a hacerlo.
Voy a servirme de mi inexplicable fanatismo por las listas, para comprometerme con una de las más archiconocidas del universo: el abecedario. Me propongo crear una entrada con cada letra, ésta, a su vez, encabezará un concepto, y el concepto en cuestión, será lo que dé sentido al post. Fácil, cómodo, y para toda la familia.Voy a empezar por la A, aun que bien podría hacerlo por la Z, o por donde me diese la gana. Pero la A, es la letra favorita de Erik Spiekermann, un señor que me cae de maravilla, así que, Sr. Spierkermann, e aquí un micro-homenaje del que jamás tendrá usted conciencia.
Bueno, y ni falta hará decir que, como propósito que es... mejor dejarlo para mañana.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
GRANDES EXITOS Y FRACASOS
miércoles, 1 de diciembre de 2010
DICIEMBRE SIEMPRE LLEGA DE REPENTE
martes, 2 de noviembre de 2010
OTOÑOÑO
domingo, 24 de octubre de 2010
LIOS DE DESAYUNO A LA HORA DEL TÉ
Leche siempre había sido una chica muy independiente, hasta que, una mañana, en un bar de desayunos, conoció a Café. Tenía la piel bronceada, desprendía energía, y olía de maravilla. La embaucó desde su primera conversación. Después, vinieron las primeras citas, y tras unos meses, se formalizó la relación. Todo era idílico. Café vivía en una bonita cafetera a las afueras de la ciudad, y a ambos les pareció una buena idea que Leche se mudase con él.
La cosa estaba funcionando a la perfección, incluso en algún momento se habían planteado tener un capuccino. Leche ojeaba a escondidas los catálogos de bebé, y veía esas tacitas tan pequeñas deseando algún día poder comprar alguna para su propio cafecitoconleche.
Sin embargo, casi al acabar el año, Café empezó a estar más distante, más despegado. Habían dejado de compartir cuchara, y él siempre volvía a casa con sospechosos restos de azúcar. Y el final, llegó:
- ¡Estoy harta de que siempre vuelvas de madrugada, lleno de azúcar por todos lados! ¡A mi no me la das! ¡Tú eres maricón!
- ¡Y yo estoy cansado de esta discusión! ¿Quieres saber la verdad? ¿Qué pasa si me estoy viendo con Azucarillo, a caso no es comprensible que necesite su dulzura? Estoy cansado de ti, de tu palidez, de tus manías... ¡eres una desnatada!