viernes, 17 de diciembre de 2010

D de DIOPTRÍA

Queridos miopes del mundo, no estéis tristes. Yo lo soy, y también feliz.


A pesar de que llevo desde los ocho o nueve años con este diagnóstico a cuestas, nunca me ha pesado demasiado. Es más, cuando me compraron mis primeras gafas, me hizo muchísima ilusión. Ay, qué feitas eran, pero cómo me gustaba que todo el mundo me dijese "Hala, ¿¡te han puesto gafas!?", y yo asentía, haciéndome la guay.
Ahora se ha enfriado la relación, y no nos llevamos tan bien. Me las pongo cuando me acuerdo de que no veo, porque hay algo que merece la pena ver. Un par de veces lo he intentado con las lentillas, pero cuando están a medio milímetro del ojo, mis parpados se sellan cual cinturón de castidad, y se niegan a ser mancillados por una menos-que-semicircunferencia de plástico blandengue. Ps, qué le voy a hacer.

El caso es, que lo de que no estéis tristes viene, a que yo le he encontrado, al menos, dos ventajas a lo de ser miope:

-Ventaja número uno: Hablar en público es algo que a poca gente agrada, y a mí, desde luego, me aterroriza. Por eso aprovecho esta situación, para dejar las gafas aparcadas en el bolso. Entonces, en vez de hablar para 50 personas, me encuentro ante una masa de espíritus indefinidos sin rostro ni expresión alguna. Y desde luego me dan mucho menos miedo los espíritus que las personas sin compasión.

-Ventaja número dos: No os creáis que los miopes no reconocemos a las personas de lejos aún sin llevar corrección. Al menos yo, he desarrollado un sistema que me ayuda a reconocer a la gente por su silueta borrosa y su manera de andar. Pero esto, ellos no lo saben. Y qué bien viene justificarse con "Ay, si es que voy sin gafas y no veo nada..." cuando te acaban de pillar haciéndote la loca por no saludar (también hay que tener poco amor propio para acercarse a saludar a alguien que te ha visto de lejos, y de repente le ha surgido un interés arrebatador por las baldosas del suelo llenas de chicles pegados).

Espero que os sirvan de algo mis modos de sacarle utilidad a la miopía, y si se me escapa alguno estaré encantada de ponerlo en práctica.
Hay que ver, que siempre pienso "Venga, esta vez no me voy a enrollar", y me crecen los párrafos como setas alucinógenas.


NOTA IMPORTANTE: Abstenerse de llevar a cabo estos dioptriconsejos aquellos que superen el nivel 4, este blog no se hace responsable de disgustos, caídas, ni tropiezos.

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