martes, 11 de enero de 2011

H de HACHE

Ay que ver lo silenciosa que se ace la ache para nuestros oídos,
y lo ruhidosa que se vuelve cuando hestá hante nuestros hojos.


PD: Después de esta simpleza, no me queda otra que excusarme, y es que estoy despierta porque mañana tengo que hablar en público, y no puedo dormir. Me duele mucho el estómago, y mi público va a estar demasiado cerca como para que funcione el truco de las dioptrías. Buf.

2 comentarios:

Fernando García-Lima dijo...

¿Cómo fue la experiencia de hablar en público?

(me ha gustado lo que haces. Volveré)

martistica dijo...

Salvo por mi irritable colón, al final nunca se da tan mal como los nervios predicen.

¡Gracias!