martes, 15 de marzo de 2011

K de KARMA

Como no puedo hablar de los "kilitos de menos", porque no es el caso, ni de los "kilómetros de más", porque me ponen muy triste, no se me ocurre otra que recurrir al karma para chapurrear algo sobre esta letra tan poco castiza.
De todos modos, no es casualidad que el karma venga a cuento, y es que hace algo más de un mes, estaba de cañas por Chueca, sin ninguna intención de que terminasen en copas, y me encontré un libro que trataba sobre el tema. Lo cierto es que ha conseguido hacerme reflexionar,  esperando solucionar algunos asuntos. Véase:


VECES EN LAS QUE HE ACUMULADO MAL KARMA:
[ordenadas cronológicamente]


- Una vez, cuando tenía ocho años, mis padres vinieron a buscarme a judo (nunca podían, y sí, hacía judo), y coincidió que, ese día, yo había decidido saltarme la clase alegremente. Me dio mucha pena imaginarlos desolados, en la puerta, siendo los únicos padres abandonados (Lo siento Padres).


- Cuando era más joven (porque lo sigo siendo), tuve un novio de esos que se tienen en la adolescencia. Estaba segura de que algún día nos casaríamos, hasta que, durante su ausencia veraniega, le puse los cuernos una vez. Otra vez. Y otra vez. Y algunas más... Después, en vista de que no habría boda, le dejé. Él lo pasó "francamente mal" (o tanto como se pueda pasar a esa edad), y yo a los dos meses me arrepentí tanto que moví cielo y tierra para que volviese conmigo. Lo hizo. A los cuatro meses, una tía pesada en una fiesta, nos preguntó que si "éramos la típica pareja-pack". Me agobié. Pero por pena a dejarle, hice todo lo posible para que me dejase él. Lo hizo. Y faltaban cinco días para su cumpelaños (lo siento en el alma Noviodelaadolescencia).


- Este verano, volvía de Málaga sola, en un autobús nocturno de la muerte. A mi lado, un chico esloveno, que había vivido tres meses en Gibraltar, y ansiaba contarme su aventura. No intimamos mucho, pero aún así pude apreciar que era muy buena persona. Me dijo que al llegar a Madrid tendría que pasar cinco horas sin hacer nada hasta que saliese su avión, y yo me comprometí a indicarle algunas zonas en las que entretenerse una vez allí. Cuando llegamos eran las 6AM, estaba cansada, quería ducharme, y me daba pereza. Cogí mi maleta, y me fui (lo se, SOY LO PEOR, espero que encontrases un maravilloso guía Chicoesloveno).



Así pues, ahora estoy muy centrada en acumular buen karma con mis acciones. Quizás haya ofendido o "maltratado" (tratado mal, vaya) a más personas, y también lo siento, aun que os aseguro que fue de forma inconsciente, no de manera egoísta como actué en estas tres ocasiones que me persiguen, y estoy segura, han sido, las desencadenantes de todos mis escasos pesares. AUUUUM.

3 comentarios:

Miqui Brightside dijo...

oh
me encanta esta entrada :)

Ie Alighieri dijo...

Te felicito, tienes uno de los pocos blogs que valgan la pena seguir. Gracias por compartir

martistica dijo...

¡Muchísimas gracias!